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(Entrevista aparecida en el The Daily Dramatic Chronicle -hoy San Francisco Chronicle- el 14 de junio de 1890. Aparece firmada por Charles de Young, fundador del periódico y editor durante mucho tiempo del mismo)

Los últimos acontecimientos ocurridos en San Francisco han hecho que cunda el pánico entre la población y las autoridades se niegan a informar, pero este diario ha conseguido entrar en contacto con quien puede ofrecernos una explicación que, aunque insólita, debemos compartir con nuestros lectores. Se trata de Jonathan McIntire, antiguo empleado del First National Bank y miembro destacado de la comunidad, que ha accedido muy amablemente a concedernos una entrevista.

C: ¿Qué está sucediendo en San Francisco, señor McIntire? ¿Puede decírnoslo?

JM: Puedo decirlo, sí, pero no es fácil de asumir, ni siquiera de creer.

C: ¿Tan sorprendente resulta?

JM: Tanto que nos tomarán por locos a usted y a mí el día que esto aparezca en su diario, señor de Young. Tanto que se arriesga a la burla y al descrédito si le concede la más mínima verosimilitud.

C: La labor de un periódico es informar, señor McIntire, no decirle a la gente lo que debe o no creer. Usted afirma que tiene una respuesta para los sucesos que han sacudido recientemente la ciudad y nuestro deber es poner nuestras páginas a su disposición para que los demás puedan juzgar si les convence esa respuesta.

JM: Me gusta esa filosofía de su periódico y por eso estoy aquí ahora. De haber sido otro diario ni siquiera lo habría considerado.

C: Tampoco nosotros ofrecemos esta oportunidad a todo el mundo. Intentamos ser un periódico serio. Así que dejaremos de irnos por las ramas y le vuelvo a preguntar: ¿qué sucede en San Francisco, señor McIntire?

JM: Muchas cosas, y ninguna buena. Ninguna sencilla de explicar tampoco. Ni siquiera para mí, que las he vivido, que las he padecido… Por eso entiendo que ni el alcalde ni el jefe de policía quieran decir nada. Pero es necesario que la gente sepa a lo que se enfrenta.

C: ¿No se trata entonces de una emergencia sanitaria como nos han hecho creer?

JM: ¿Una epidemia? Sí, es una epidemia, aunque no de la clase que todos piensan.

C: ¿Y de qué clase entonces?

JM: De vampiros, señor de Young. Es una epidemia de vampiros.


WEIRD WEST VOLUMEN UNO